Hay frutas que se comen. Y luego están las que se saborean con intención, como quien pone una playlist de Sade antes de una cita. Las fresas, las cerezas y los albaricoques no son solo ingredientes: son actitudes. De esas que dicen “hoy me puse labios rojos porque me da la gana, y sí, llevo vino en la copa”.
Es primavera (y casi verano), los mercados se llenan de fruta escandalosamente buena y tú te llenas de ideas. Aquí va un menú para disfrutar, seducir y triunfar con glamour frutal. Spoiler: hay cócteles, postres y playlists para todo.
Fresas: la fruta que nunca es inocente
Las buenas fresas son como una buena telenovela: dulces, carnosas y siempre a punto de meterte en problemas. Nunca han sido fruta de desayuno con yogur sin más. No. Son frutas para champán y miradas largas.
CÓCTEL: Strawberry French 75
Gin, licor de fresa casero, un toque de limón y cava. Suena a risa sexy en terraza de hotel caro. Sírvelo en copa de vino y di que lo inventaste tú. La banda sonora “Kiss” de Prince, es éxito seguro.
POSTRE: Fresas con helado de vainilla y sal negra
Es tan sencillo que parece mentira. Pero lo pruebas y… boom. Combina el dulzor y deja que la sal haga lo suyo. Un rosado serio, como Chivite Las Fincas Rosé, fresco, pero con intención, va perfecto.
Seduce:
Ofrece fresas en brocheta en una cena. Di que las has cultivado tú, aunque no tengas balcón. Ofrécele una copa de champán EPC Blanc de Blancs Brut. Seguro que es éxito absoluto.
Cerezas: picar y pecar
Las cerezas son traviesas. Suena a picnic con final feliz, a serie francesa de Filmin. Son la fruta de coger una, saborearla despacio, lanzar el hueso con estilo y sonreír con superioridad.
CÓCTEL: Cherry Negroni
Vermut rojo, Campari, un gin de cereza (sí, existe) y un twist de naranja. Ligeramente dulce, peligrosamente sexy. De fondo suena “Tainted Love” de Soft Cell. El drama, el ritmo y el corazón estarán en modo shaker.
POSTRE: Clafoutis de cereza con un toque de Amaretto
Es francés, es caliente y tiene licor. Como un flirteo en Montmartre. Sírvelo tibio con una cucharada de crema y ya puedes abrir el segundo vino. Acompáñalo con una garnacha joven y jugosa, como La Bruja 2023, de Comando G. Irresistible fusión con estas frutas.
LIGOTEO:
Juega al “¿sabes hacer nudos con el rabito de la cereza?” mientras alguien se pone rojo. Un clásico, pero si funciona en el cine, seguro que funciona en tu terraza.
Albaricoques: la fruta tapada del deseo
El albaricoque parece discreto. Es como ese personaje de serie que pasa desapercibido, hasta que un día aparece con camisa de lino abierta y todos caen rendidos. Su dulzura no empalaga. Su carne es suave. Es fruta de piel acariciada al sol.
CÓCTEL: Apricot Spritz
Licor de albaricoque, soda de flor de saúco, cava brut nature y una rodaja fina. Se bebe como agua. Su música es “Midnight City” de M83. Suena a terraza, gafas de sol y a “me da igual si no vienes, me lo paso bien igual”. frutas
POSTRE: Albaricoques asados con romero y miel
Pura poesía caliente. Se hacen al horno en 10 minutos, y huelen como una promesa. Añade yogur griego y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Combínalo con: Un albariño con un punto untuoso, como Pazo Señorans Selección de Añada. Clase pura.
LIGOTEO:
“¿Quieres probar un albaricoque templado con miel de tomillo?” No es una frase, es una proposición. Y de las buenas. frutas
¿Quién necesita chocolate si tienes fruta que seduce más que cualquier bombón? Las fresas son sensuales. Las cerezas, juguetonas. Los albaricoques, sutilmente ardientes. ¿Y tú, con la copa adecuada y la receta perfecta, estás lista para lo que venga: un brunch, una cita o un “quédate a desayunar”.
