La 67ª edición de los Premios Grammy, celebrada el pasado domingo en el Crypto.com Arena de Los Ángeles, estuvo llena de sorpresas, brindis y momentos inolvidables. Beyoncé, la reina indiscutible de la noche, se llevó a casa su primer premio al Álbum del Año por “Cowboy Carter“. Fue un giro sorprendente hacia el country que encantó a todos.
Mientras tanto, Taylor Swift, aunque no ganó en ninguna de las seis categorías en las que estaba nominada, no dejó que eso afectara su espíritu festivo. Con un deslumbrante vestido rojo de estilo griego, diseñado por Vivienne Westwood, fue vista brindando con una botella de Champagne Armand de Brignac, también conocido como “Ace of Spades”, propiedad de Jay-Z. Este gesto fue especialmente significativo cuando Beyoncé, su esposa, subió al escenario para aceptar su premio.
La velada estuvo llena de momentos memorables. Kendrick Lamar se llevó los premios a Grabación y Canción del Año por “Not Like Us“. Esta canción muchos la interpretan como una indirecta hacia Drake. Durante su discurso, dedicó sus premios a la ciudad de Los Ángeles.
La ceremonia, presentada por quinta vez consecutiva por el comediante Trevor Noah, también contó con actuaciones destacadas. Charli XCX trajo la energía de los clubes londinenses al escenario. The Weeknd, que había estado en una especie de boicot con los Grammy, hizo una aparición sorpresa.
En cuanto a la gastronomía de la noche, no se han revelado detalles específicos sobre el menú. Es probable que los asistentes hayan disfrutado de una selección de buenos vinos, cócteles exclusivos y de aperitivos gourmet. Lo cierto es que no lo podemos confirmar.
Las anécdotas no se hicieron esperar. Shakira, al recibir el premio al Mejor Álbum Pop Latino por “Las mujeres ya no lloran“, aprovechó su discurso para criticar las políticas de deportación del presidente Trump, lo que generó tanto aplausos como controversia entre los asistentes. Lady Gaga, por su parte, defendió a la comunidad trans en el suyo.
Por otro lado, Chappell Roan, galardonada como Mejor Artista Revelación, sorprendió a todos al subir al escenario con un vestido casi de cuento. En su discurso, abogó por un mejor trato hacia los músicos por parte de las discográficas. Destacó las dificultades que enfrentan los artistas emergentes en la industria.
La noche también estuvo marcada por momentos emotivos. Se rindieron homenajes a leyendas de la música, como Quincy Jones y Michael Jackson. También se recaudaron más de 7 millones de dólares para las víctimas de los incendios forestales en California.
En resumen, los Grammy 2025 fueron una mezcla perfecta de celebraciones, reivindicaciones y momentos inolvidables. Desde los brindis con champagne hasta los discursos apasionados, la noche dejó claro que la música sigue siendo una fuerza unificadora y poderosa en el mundo.