¿Y si te dijéramos que el turismo huele a pan recién tostado y sabe a aceite de oliva virgen extra? Pues sí. España, líder mundial en producción de AOVE, se ha propuesto liderar también el turismo oleícola. Y lo hace con un proyecto ambicioso, delicioso y muy bien aliñado: Oleoturismo España.

Este nuevo modelo de viaje rural, sostenible y con mucho sabor, ha sido presentado en la Secretaría de Estado de Turismo. ¿La idea? Convertir el paisaje del olivo en la próxima ruta de moda. Con experiencias reales, empresas implicadas y una plataforma digital que lo pone fácil hasta a quien confunde una arbequina con un apellido vasco.

¿Qué es Oleoturismo España?

No es solo visitar una almazara. Es sumergirte en la cultura del olivo. Tocar la tierra que lo alimenta. Probar aceites premiados. Dormir entre olivos milenarios. Comer en restaurantes donde el AOVE no es un extra, es el protagonista. Y sí, incluso aprender desde casa con su Oleoturismo Academy. Porque si vas a ser fan, que sea con conocimiento.

El proyecto, liderado por AEMO (Asociación Española de Municipios del Olivo) y apoyado por nueve diputaciones (Badajoz, Cáceres, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Sevilla y Tarragona), ha sido financiado por los fondos Next Generation EU a través del programa “Experiencias Turismo España”.

Lo más jugoso del proyecto

• Manual de la experiencia Oleoturismo España: Estándares de calidad y sostenibilidad para todo el sector. Porque no todo vale.

• Más de 300 empresas integradas: Almazaras, oleotecas, alojamientos, museos, restaurantes, oficinas de turismo… y más.

• Marca país Oleoturismo España, con sistema de certificación propio. Aquí no se improvisa.

• Plataforma digital: para reservar tu escapada oleícola sin líos.

• Relato común y plan de comunicación 360º: redes sociales, prensa, vídeos, promociones… todo conectado como un buen maridaje.

• Formación online con la Oleoturismo Academy, para que el aceite entre también por la cabeza.

• Sistema de gobernanza estatal en tres niveles, para que la estructura no se desmorone como un hojaldre mal hecho.

• Plan internacional con Turespaña: porque fuera también quieren mojar pan en nuestro oro líquido.

Más que turismo, una forma de vida

Lo dijo el ministro Jordi Hereu en la presentación: esto no va solo de atraer turistas, sino de revitalizar el medio rural y convertir el olivo en punto de encuentro. En motor económico. En icono identitario. Porque donde hay olivos, hay historia. Y también futuro.

Y lo remató Lola Amo, presidenta de AEMO: “Oleoturismo España ha llegado para quedarse y ser una referencia”. Tal cual. Porque no se trata solo de mirar olivos desde el coche, sino de vivir el aceite desde la raíz hasta la copa (de pan, claro).

¿Y ahora qué?

Entre los próximos pasos: crear los Premios Oleoturismo España, para reconocer a los mejores embajadores del AOVE, y un congreso nacional, para seguir tejiendo redes entre turismo y cultura oleícola.

Así que ya sabes: si este año no te vas a la Toscana, no pasa nada. El oleoturismo made in Spain tiene lo mejor del sur, el alma del Mediterráneo y ese punto castizo que te hace querer quedarte a vivir en una almazara.