Si crees que Asturias es solo fabada y sidra, prepárate para una revelación gastronómica. La región está llena de restaurantes donde la comida es de otro nivel y los rincones parecen sacados de una película de Wes Anderson. Aquí van los más instagrameables y, lo mejor, con platos de escándalo y vinos a la altura.
Gloria by Nacho Manzano (Oviedo y Gijón)
Si Audrey Hepburn tuviera Instagram, su desayuno lo haría en Gloria. Este rincón tiene un diseño que mezcla tradición y modernidad, con una luz que favorece hasta al más dormido. No dejes de probar el menú degustación, por sólo 45€. Acompáñalo de una botella de Albarín castaño, de Escolinas. Un blanco rico, rico, con acento de la tierra.
Casa Marcial (Arriondas)
Este es el Meryl Streep de los restaurantes asturianos: elegante, con premios y con un talento indiscutible. Situado en plena naturaleza, cada plato es una obra de arte que merece su propio reel. Su menú no te dejará impasible. Acompáñalo de Mas de Serral del 2013 . Un cava de Pepe Raventós absolutamente apasionante.
Zascandil (Gijón)
Este es el sitio donde James Bond tomaría un Me muero por otros huesos (costillas a baja temperatura), antes de enfrentarse a un villano. Clásico, sofisticado y con una cocina que respeta la esencia asturiana sin renunciar a la creatividad. También te recomendamos los Puerros con vinagreta de manzana y avellanas o el Pastel de Camacho. Su carta de vinos es siempre interesante. Una botella de Murua blanco fermentado en barrica, puede hacer que tu comida sea perfecta.
La Tabla (Gijón)
Aquí lo tradicional se encuentra con lo vanguardista, en un entorno precioso y acogedor en el campo. Es como la fotografía de una peli de Almodóvar, pero en versión gastronómica. Prueba el Arroz al Carrasquín, con Chosco de Tineo y queso Casielles. También la Corvina asada, con beurre blanc de manzana y sidra. Su carta de vinos es espectacular. Puedes elegir Cien montañas carrasquín 2019, un tinto monovarietal de la D.O.P. Cangas, con sabores complejos, que sabe combinar potencia con delicadeza.
Salazogue (Oviedo)
Si Wes Anderson dirigiera un restaurante, sería éste. Colores pastel, vajilla vintage y platos que parecen sacados de un bodegón de Instagram. Prueba su Carrillera guisada, Mole poblano, Papadum y Aire de maíz de Tapia. Acompáñalo de una botella de Juve & Camps Millesime chardonay, un placer para los cinco sentidos.
El Retiro (Pancar – Llanes)
Aquí el protagonista es la cocina asturiana elevada a la máxima potencia. Si este sitio fuera una serie, sería The Crown: lujo, tradición y mucho nivel. Su menú San Patricio te hará sentir como Helena Bohan Carter interpretando a la Princesa Margarita. Abre una botella de Viña Tondonia Gran Reserva 2001, para acompañarlo. Elegante, con historia y perfecto para unos platos de reyes. restaurantes
Sidrería Román (Gijón)
¿Quién dice que lo auténtico no es instagrameable? Román es un clásico gijonés donde la sidra fluye como el guion de una buena comedia española. Aquí, la autenticidad manda. Pide un pote asturiano, presumen de tener el mejor, y además premiado. ¿Por qué no acompañarlo de una sidra natural espumosa?, quizá Emilio Martinez Brut Nature. Joven, fresca, y elaborada con el método tradicional. restaurantes
Los Llaureles (Pravia)
Un hotel rural -restaurante, donde cada plato tiene alma. Si Ratatouille fuese asturiano, este sería su lugar. Prueba el Ramen Dry, o el Bocadillo de pringa y cerveza. Para acompañar elige Kimera ancestral rosado. Divertido, dinámico y diferente.
Asturias no solo es paisaje y sidra, también es gastro-glamour con platos de infarto y rincones donde cada foto parece sacada de una editorial de moda. Ahora solo queda reservar mesa, elegir el mejor ángulo y brindar con un vinazo. ¡Salud y que el algoritmo nos acompañe! restaurantes