La semana pasada, en una bodega de Valdepeñas, se encontró a un trabajador inconsciente. Aunque un equipo médico llegó rápidamente, solo pudieron confirmar su fallecimiento. Según los informes, el culpable invisible fue el ‘tufo del vino’.
La causa de la muerte fue la inhalación de dióxido de carbono, liberado durante la fermentación del mosto para producir vino. Cuando las levaduras convierten los azúcares de las uvas en alcohol, liberan dióxido de carbono que, si no se evacuan adecuadamente, puede causar la muerte en minutos, al respirarse aire enrarecido.
Tufo
Llamados ‘tufo’, estos gases son peligrosos solo en cantidades industriales. Una bodega típica genera unos 50 litros de dióxido de carbono por cada litro de vino producido.
Tradicionalmente, se usaban tubos de escape y chimeneas para liberar los gases producidos. Sin embargo, ahora se emplea equipos modernos de ventilación y sensores para monitorear los niveles de dióxido de carbono.
En el pasado, se usaba una vela para detectar dióxido de carbono, al indicar la falta de oxígeno. Aunque ahora se usa tecnología más avanzada, las muertes por ‘tufo’ siguen ocurriendo.
Muertes anteriores
El año pasado, un hombre murió en la bodega Ca’di Rajo, en San Polo di Piave, Italia. Intentó salvar a un compañero que se desmayó al inhalar dióxido de carbono durante el mantenimiento de un tanque.
El tanque se había vaciado para el embotellado, pero los gases de fermentación seguían presentes. Esto afectó a la salud de los dos hombres, quienes no llevaban equipo respiratorio ni arneses de seguridad, según los bomberos.
También el año pasado, dos trabajadores fallecieron en una bodega al exponerse a estos gases en un tanque de Rioja, en la bodega Crespo Zabala en España. En el incidente, ocurrido en el País Vasco, murieron dos hombres de unos 60 años.
Según los informes, uno de los hombres murió al caer en el tanque mientras verificaba el proceso de fermentación. Otro hombre intentó ayudarlo y también falleció. Un tercer hombre, también afectado, fue hospitalizado.
Félix Solís expresó en un comunicado: “Lamentamos profundamente el fallecimiento de uno de nuestros trabajadores en la bodega de Ciudad Real (España) y expresamos nuestras condolencias a la familia, a quienes ofrecemos todo nuestro apoyo”.
“En este momento, se ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de este lamentable suceso. La empresa ya está cooperando con las autoridades pertinentes”.
“Queremos enfatizar que Félix Solís cumple rigurosamente con las normativas de prevención de riesgos laborales, aplicadas estrictamente en todas sus instalaciones”.
“Por respeto al fallecido y a sus seres queridos, la empresa no proporcionará más información ni comentarios hasta que se aclare completamente lo sucedido.”