Cuando creíamos haberlo visto todo en debates sobre el vino, llega la noticia de que la Iglesia anglicana había prohibido el vino sin alcohol en la comunión. ¿Sacrilegio? ¿Herejía? ¿Un chisme digno de tertulia con copa en mano? La realidad, como suele pasar, es mucho menos dramática.
Para entenderlo, hay que ir a las bases. La Iglesia de Inglaterra tiene reglas claras sobre el vino de comunión: debe ser “fermentado a partir de la vid”. En cristiano, tiene que ser vino con alcohol. No es una norma nueva ni fruto de una revelación moderna, sino algo que viene de antiguo.
Entonces, ¿por qué el alboroto? Porque alguien interpretó mal una comunicación interna y el rumor explotó. Las redes sociales hicieron el resto, y de pronto parecía que la Iglesia estaba lanzando un edicto medieval contra los abstemios. La verdad es que simplemente recordaron lo que ya estaba escrito: la comunión lleva vino con alcohol.
Pero, ¿y los que no pueden o no quieren tomar alcohol? Ahí es donde la historia se vuelve más interesante. Resulta que la Iglesia ya tenía soluciones para estos casos. Se permite mojar solo el pan en el vino (intinción, para los amigos teólogos) o recibir la comunión solo con la hostia. Así que, en realidad, nadie se queda sin su parte espiritual por no beber.
Y aquí llega otro dilema: ¿qué pasa con los celíacos? Porque, claro, si el vino sin alcohol no vale, qué pasa con la hostia, ¿debe llevar gluten?. La Iglesia ha tenido que adaptarse y en muchos lugares ya permiten formas sin gluten. Pero si no hay alternativa en una parroquia concreta, los fieles celiacos tienen un dilema: ¿arriesgarse a una reacción o considerar opciones espirituales más amigables con su dieta? La decisión no es fácil, aunque pasarse al budismo por temas gastronómicos tampoco parece la solución más práctica.
Ahora bien, ¿es esta la gran cruzada contra el vino sin alcohol? No exactamente. La confusión vino de un recordatorio a las parroquias sobre las normas litúrgicas, pero no de un nuevo decreto apocalíptico. Y sí, algunos grupos dentro de la Iglesia han abogado por incluir opciones sin alcohol para ser más inclusivos. El debate sigue abierto, pero sin hogueras ni excomuniones a la vista.
En resumen: no, la Iglesia de Inglaterra no ha prohibido el vino sin alcohol de la comunión porque nunca existió. Solo han recordado las reglas. Y mientras tanto, el mundo del vino sigue girando, con o sin alcohol.