(Parte II: Tour estatal con riffs sin trigo). Ser celíaco no es ir contracorriente. Es ser el guitarrista zurdo de la banda. No poder pedir “lo de siempre” sin arriesgar la salud. Es mirar una carta como quien escanea el setlist de un festival: con esperanza, pero sabiendo que lo tuyo no siempre está.

Pero aquí va la revancha. Aquí están los templos donde el pan no se rompe como un grupo en su tercer disco. Restaurantes sin gluten que no suenan a versión acústica, sino a directo potente, a pogo, a plato caliente servido con respeto.

Galicia: riffs atlánticos sin gluten

Petiscos – Santiago de Compostela
Aquí todo suena a folk metal. Casi toda la carta es apta para celíacos: carnes, pescados, arroces. Solo quedan fuera croquetas, bacalao con nata y albóndigas. El resto es Galicia profunda y segura, servida con mimo. Lo mejor: puedes brindar con albariño sin cruzar los dedos. Ideal para fans de Mägo de Oz con alma gourmet.

O Sendeiro – Santiago de Compostela
Un clásico en una casa de piedra del siglo XIX. Productos de cercanía, cocina de mercado y opciones para celíacos bien indicadas. No es 100% gluten free, pero el respeto es ley.
Perfecto para escuchar Luar na Lubre mientras mojas pan sin miedo.

Andalucía: flamenco, fritura y platos sin gluten

La Bas7arda – Sevilla
Ni trampa ni harina. Todo es sin gluten, desde las croquetas hasta los postres. Ambiente moderno y canalla. Aquí el gazpacho es legal, el rebozado no engaña y la tarta de queso parece sacada de backstage. Suena a Los Delinqüentes tocando “A La Luz Del Lorenzo“, y tú eres el invitado de honor.

El Pescaíto de Carmela – Granada
Una carta sin gluten ni lactosa, en pleno centro. Aquí no hay “quizás”, todo es apto. Frituras, ensaladillas, flamenquines. Tan fácil como gritar “¡Free bird!” y que te lo toquen.
Como un concierto de Triana con menú degustación.

Casa Antonio – Fuengirola
Restaurante tradicional convertido en paraíso 100% sin gluten. Desde albóndigas hasta piononos. Lo que se dice un hit tras otro. Clásico, entrañable y potente como un disco de Barón Rojo.

Canarias: volcanes, guitarras y pan sin traición

Oasis San Telmo – Tenerife
En Los Cristianos, un sitio 100% sin gluten, con platos canarios y cocina internacional. Papas arrugás, pulpo y postres. Todo sin miedo. Todo con ritmo. Es como escuchar a Amaral en versión surf rock.

Obrador Sin Gluten Las Arenas – Puerto de la Cruz
Este no es un obrador, es un santuario. Magdalenas, bizcochos, empanadas. Todo sin gluten, sin letras pequeñas ni pan que parece cartón. Imagina a Queen horneando contigo en la cocina.

La Korianda – Las Palmas de Gran Canaria
Vegetariano, vegano y 100% sin gluten. Cocina de autor que te hace sentir en otro planeta, pero sin salir de Canarias. Lo que ocurriría si Tool montara un brunch sin gluten en el Teide.

Castilla y León: tradición, potencia y pan que aguanta el riff

Caroba – Valladolid
El primer restaurante 100% sin gluten de la región, certificado por FACE. Cocina contemporánea, sin postureos y con alma. Es Dream Theater con toques de cocido.

Puerta del Alcázar – Ávila
Comer sin gluten al lado de la muralla y sin perder ni una migaja de historia. Chuletón incluido. Como si Fito, Rosendo y El Drogas se hubieran montado un restaurante medieval.

El Rincón Secreto de Gredos – Tormellas, Ávila
Un hotel rural con cocina 100% sin gluten y sin contaminación cruzada. Naturaleza, rock suave y bechamel segura. Neil Young con fabada adaptada.

Ya no hay excusas. Ni pan triste, ni cartas que parecen sudoku. Esta gira nacional sin gluten demuestra que se puede comer bien, con seguridad, y sin perder el sabor. Porque ser celíaco no es una etiqueta. Es una actitud. Y como en el rock, la actitud lo es todo.

Que suene el riff. Que crujan las tostadas. Y que nunca te digan “aquí no tenemos opciones” como si eso fuera normal.