Los ataques con drones de los rebeldes hutíes contra el transporte marítimo en el Mar Rojo han aumentado la vulnerabilidad del transporte marítimo occidental, especialmente el que transporta cargas valiosas, y los buques ahora toman la ruta más larga a través del Cabo de Buena Esperanza hacia Asia y las Antípodas con el fin de evitar ataque o posible captura.
“Tenemos la capacidad de monitorear las 24 horas del día la posición de cada barco y cada contenedor que transporta nuestras cargas”, dice Ewan Andrew, Presidente Global de Suministros y Adquisiciones y Director de Sostenibilidad de Diageo.
“Podemos contactar directamente con los capitanes para valorar el rumbo más adecuado según las situaciones lo requieran”.
“Actuamos en cuestión de días [ante la creciente vulnerabilidad en el Mar Rojo]. El viaje por África puede durar hasta dos semanas más, pero los costes son manejables”, afirmó.
Diageo había confirmado el pasado otoño que el estallido de las hostilidades entre Israel y los palestinos que viven en Gaza significaba que estaba revisando periódicamente los envíos a países de Oriente Medio.
Cadena de suministro
La noticia surge tras la creciente y continua preocupación por la situación en el Mar Rojo y el Canal de Suez debido a los ataques del grupo hutí de Yemen que ha generado preocupación por las entregas y la cadena de suministro.
Específicamente, el problema se centró en el estrecho de Bab al-Mandab de 20 millas en la desembocadura del Mar Rojo entre Djibouti y Yemen, también llamado la Puerta de las Lágrimas, donde el grupo Houthi ha atacado barcos comerciales.
Un portavoz de la empresa de logística Kuenhe+Nagel dijo al negocio de las bebidas el mes pasado: “El transporte marítimo en contenedores representa el 30% del transporte marítimo mundial, con un valor total estimado de mercancías transportadas que asciende a 1 billón. Anualmente, aproximadamente 19.000 barcos navegan por el Canal de Suez.
“La duración de un viaje Asia-Europa suele oscilar entre 30 y 40 días, sujeta a variaciones según el tipo de embarcación y la velocidad de despliegue. Una ruta alternativa a través del Cabo de Buena Esperanza añade unas 6.000 millas náuticas al viaje”.