En un mundo que avanza a una velocidad vertiginosa, detenerse a reflexionar parece un lujo. Pero en Madrid, del 18 al 21 de septiembre, eso será una realidad al alcance de todos. El Festival de las Ideas llega dispuesto a poner en el centro de la escena algo que rara vez ocupa titulares: el pensamiento. Y es que, ¿qué sería de nosotros sin ideas frescas que nos impulsen a imaginar un futuro mejor?
Organizado por el Círculo de Bellas Artes y La Fábrica, este evento promete cuatro días de conversaciones, reflexiones compartidas y creatividad en su máxima expresión. La idea es clara: pensar no solo es necesario, es urgente. Y hacerlo de forma colectiva lo hace aún más poderoso.
El festival se ha propuesto algo ambicioso: sacar el pensamiento de los espacios cerrados y llevarlo a las calles. Porque, ¿de qué sirve una gran idea si no se comparte? Habrá conferencias, conciertos, paseos filosóficos y hasta rincones donde cualquiera podrá hablar y expresarse. Los famosos “speakers’ corners”, que se distribuirán por la ciudad, invitan a que todos aporten su grano de arena.
En palabras de Óscar Becerra, director de La Fábrica, “la intención del Festival de las Ideas es poner a la ciudad a pensar”. Y vaya si lo harán. Las calles de Madrid serán el escenario donde filósofos, artistas, sociólogos y ciudadanos de a pie debatirán sobre cuestiones que nos afectan a todos. Porque, aunque suene grandilocuente, reflexionar sobre el presente es la mejor manera de mejorar el futuro.
Cada edición del festival girará en torno a un concepto clave. Este año, la catarsis es el epicentro. ¿Qué significa catarsis en el contexto actual? Según el comisario del festival, el filósofo Javier Moscoso, “todos los festivales son en sí mismos catárticos, pero el nuestro lo es de manera más reflexiva”. Y no es para menos. En un mundo donde el malestar parece haberse instalado como estado permanente, la búsqueda de una salida se hace imprescindible.
Moscoso plantea preguntas incómodas pero necesarias: “¿Tenemos razones para la queja? o ¿hemos sustituido el sentimiento de culpa por la búsqueda de culpables?”. Reflexiones como estas serán el hilo conductor de las actividades del festival. Hablar de catarsis es hablar de sanación, de una salida al malestar, y el pensamiento es el primer paso hacia esa liberación.
Madrid no será solo el telón de fondo, será la protagonista. Los “speakers’ corners” no son solo una anécdota del evento; son una muestra de que el festival quiere involucrar a la ciudadanía. Lugares emblemáticos como la Plaza de España, Gran Vía y Alcalá serán el escenario de debates abiertos, donde temas tan dispares como el arte, la inteligencia artificial, los miedos o el humor serán abordados por pensadores y ciudadanos por igual.
Para Valerio Rocco, director del Círculo de Bellas Artes, “el festival tiene a la ciudadanía en el centro”. Y es que, en un mundo cada vez más individualista, crear espacios de pensamiento compartido puede ser una forma de resistencia. Pensar en común es, en sí mismo, un acto revolucionario.
¿Alguna vez has reflexionado mientras paseabas por la ciudad? El Festival de las Ideas quiere recuperar esa antigua tradición filosófica de caminar mientras se dialoga. Los Paseos Filosóficos son una de las actividades más originales del evento. En grupos reducidos, artistas y filósofos guiarán recorridos que invitan a pensar de manera diferente.
Imagina caminar por el Museo Reina Sofía mientras reflexionas sobre “el arte del malestar”, o por el Teatro Real mientras exploras los vínculos entre la representación y la vida cotidiana. Estos paseos son una oportunidad única de conectar cuerpo y mente, de moverse mientras se reflexiona. Porque las ideas, al igual que las personas, necesitan moverse para evolucionar.
No solo de palabras vive el pensamiento. El teatro y la música también tendrán un lugar destacado en el festival. Y no es casualidad. El teatro, desde la antigua Grecia, ha sido un espacio de catarsis colectiva. Por eso, dramaturgos como Alberto Conejero y Marc Caellas han creado piezas específicas para el evento, inspiradas en las temáticas del festival.
Al caer la noche, la música tomará el relevo. Artistas como El Naán o Ursaria ofrecerán conciertos que cerrarán cada día de reflexión. Porque después de un día de profundas ideas, nada mejor que la música para liberar emociones y procesar lo vivido.
El Festival de las Ideas no solo mira a Madrid, también tiene una clara vocación internacional. La Embajada de Francia y la Embajada de Alemania, junto con el Institut Français y el Goethe-Institut, se han sumado al proyecto para aportar su visión. Además, la Noche del Pensamiento Franco-Alemán será uno de los momentos más destacados del evento, donde pensadores de ambos países compartirán sus puntos de vista sobre los desafíos actuales.
Entre los invitados figuran nombres como Markus Gabriel, Élisabeth Roudinesco y Peter Sloterdijk, filósofos de renombre que aportarán sus reflexiones en mesas redondas y conversaciones íntimas. Porque, en un mundo globalizado, pensar juntos es más importante que nunca.
Organizar un festival de esta envergadura no es tarea fácil. El apoyo institucional y privado ha sido clave para hacerlo posible. Allianz, Redeia, Fundación Banco Sabadell y otras muchas entidades han apostado por un evento que busca poner el pensamiento en el centro de la vida cultural de Madrid.
Este respaldo no es solo financiero. Es una muestra de que, en tiempos de incertidumbre, apostar por las ideas es una inversión de futuro. Porque, como bien dice el filósofo Javier Gomá, “pensar es un deber cívico”. Y el Festival de las Ideas es la mejor manera de cumplir con ese deber.
El Festival de las Ideas no quiere ser un evento puntual. Su ambición es convertirse en una cita anual imprescindible. Y todo apunta a que lo logrará. Con una programación rica y variada, que abarca desde la filosofía más académica hasta el pensamiento cotidiano de los ciudadanos, este festival tiene todo lo necesario para consolidarse como uno de los grandes eventos culturales de la ciudad.
Porque, al final del día, lo que nos define como sociedad son nuestras ideas. Y en un mundo donde todo cambia a gran velocidad, pensar es más importante que nunca. El Festival de las Ideas es un recordatorio de que, aunque parezca lo contrario, siempre hay tiempo para detenerse, reflexionar y, sobre todo, crear.