Los Goya 2025 han sido un espectáculo digno de alfombra roja, brindis de altura y grandes anécdotas. Desde el Palacio de Congresos de Granada, los premiados y asistentes se entregaron al festejo entre embutidos de la Alpujarra, vino y el ritmo de Carlos Areces. Y sí, Richard Gere, el invitado más internacional, también cayó rendido ante el embrujo de la noche.

Dicen que los nervios se calman con buena comida, y el menú de los Goya 2025 no se quedó corto. Pero antes de hincarle el diente a los manjares, los premiados pasaron por la alfombra roja, posaron con su cabezón y atendieron a la prensa. Carolina Yuste, que se llevó el Goya a la mejor actriz, por La Infiltrada, pensamos que tenía planeado brindar con un buen Rioja. Y seguro que lo hizo junto a su compañero de reparto Luis Tosar.

El Goya a la mejor película fue el más esperado de la noche, desatando una gran ovación. Por primera vez en la historia de los premios, dos películas compartieron el galardón. El 47 y La Infiltrada, fueron las ganadoras. Belén Rueda pasó un mal rato al tardar unos segundos en darse cuenta de que eran dos y no una las que tenía que mencionar. Pero la confusión se salvó entre alegrías y gritos de emoción.

Mientras tanto, algunos ya pensaban en la fiesta que se avecinaba para celebrar Los Goya. Esta se hizo en El Palacio de Congresos de Granada. El menú arrancó con un “Rincón Alpujarreño” que hacía honor a su nombre: embutidos granadinos, quesos artesanos y el inconfundible jamón de Trevélez. Entre discurso y discurso, se servían aperitivos fríos y calientes, desde macarons rellenos de crema de queso, hasta hamburguesas de seitán, sin olvidar el tajine de pollo con verduras, que hizo las delicias de muchos.

El actor de Pretty Woman se convirtió en uno de los protagonistas de la noche, y demostró que lo español le sienta de maravilla. Mientras disfrutaba del jamón, con una copa de vino en la mano, dejó claro que en Granada se vive (y se come) de película. Su paso por los Goya dejó más de una instantánea digna de enmarcar, y más de un brindis con los premiados.

Las entregas de premios siempre dejan momentos memorables, y esta edición no fue la excepción. Uno de ellos fue cuando Maribel Verdú le entregaba el Goya de Honor a la carrera profesional, a su amiga Aitana Sánchez-Gijón. Se escuchaba un “Nunca me había hecho tanta ilusión entregar un premio, de verdad”. “Este para mí no es un Goya de honor, es un Goya de amor”. Seguro que lo celebraron hasta altas horas de la noche, brindando con vinos de La Rioja, patrocinador del evento.

Si seguimos hablando de amor, no podemos olvidar el besazo de Salva Reina a su pareja, la también actriz Kira Miró cuando le daban el Goya al Mejor actor de reparto. Otro momento memorable fue el emotivo homenaje de María Isasi a su madre, Marisa Paredes, fallecida recientemente.

Reseñables los premios a Eduard Fernández por Marco, y a Clara Segura, por El 47. Imaginamos que brindasen con el resto de los premiados de El 47, al ritmo de 7Parcelas. Un tinto riojano que haría llegar el autobús a cualquier parte del mundo.

Una imagen icónica de la noche fue el épico abrazo entre el ganador al mejor director y su equipo. Seguro que hicieron un brindis multitudinario con Añares, el vino blanco que se sirvió en la cena. Los discursos oscilaron entre lo emotivo y lo reivindicativo, pero sin perder nunca el humor. Más de un premiado hizo referencia a la comida que les esperaba, asegurando que el cine español no solo se nutre de talento, sino también de buenos aperitivos.

Cuando los premios ya estaban repartidos, la celebración continuó con Lagartija Nick y Carlos Areces, una banda sonora a una noche inolvidable. Los invitados, aún con sus Goyas en la mano, dieron rienda suelta a su espíritu festivo con el DJ Joaquín 2Edición, pinchando Britpop como si no hubiera un mañana.

Mientras tanto, en la Sala Flamenco Dance, la fusión de música electrónica y flamenco transformó el espacio en un torbellino de energía. Fernando Vacas y El Parrón hicieron que hasta los más serios se soltaran la melena y se arrancaran por bulerías.

Y como todo gran festín merece un broche dulce, los postres pusieron la guinda final: mini piononos, lingote de limón y chocolate, y las infaltables trufas hicieron que más de uno pidiera repetir.

Así se vivió la gran noche del cine español: entre aplausos, copas en alto y mucho arte. ¡Hasta el año que viene, Goya-lovers!

Si quieres cotillear la comida, aquí tienes el menú completo:

Rincón alpujarreño

• Regañás embolsadas
• Picos embolsados
• Jamón D.O Trevélez al corte
• Tablas de embutidos granadinos
• Quesos del Poniente y Alpujarras Granadinas

Aperitivos fríos

• Macarons rellenos de crema de queso las RRR
• Hummus de pimientos morrones asados y avellanas
• Pastela Albaycinera (cordero con curry)
• Taquito de presa escabechada, con mayonesa de mostaza y miel
• Mini croissant de Queso Alpujarreño, pavo braseado con huevo hilado
• Escabeche de maíz, aguacate y langostinos de la Costa Tropical
• Corte de paté de alcachofa de la Vega de Granada
• Brioche de lomo en orza, emulsión de ajo frito y tomate Ravioli de remolacha y guacamole
• Ensaladilla vegana con alcaparras fritas
• Falafel, para mojar en crema de ajo negro
• Donete de queso y pimientos asados

Aperitivos calientes

• Bocadito de costilla de ternera pajuna
• Tajine de pollo con verduras
• Dátiles rellenos de Cordero Segureño
• Tortitas calabaza, queso de cabra y pistacho
• Hamburguesa de angus con piparra y queso chedar
• Hamburguesa de seitán con mahonesa de miso y tomate seco

Postres

• Lingote de limón y chocolate
• Roscos Lojeños
• Mini Piononos
• Trufas de chocolate