De Romanée-Conti en The Gentlemen a Cheval Blanc en Sideways, estos vinos han brillado más que los protagonistas. Descubre sus marcas, añadas y anécdotas de película. Todo al estilo mariacong.com.
Hay vinos que no necesitan decantarse. Se presentan solos, con banda sonora y plano general. Aparecen en una serie, en una escena gloriosa de cine o en una canción pegajosa y, de pronto, se convierten en leyenda. Como una estrella invitada que eclipsa al protagonista, pero con más cuerpo y mejor final en boca.
Si alguna vez soñaste con brindar como un Roy de Succession, robar como Jon Hamm en Your Friends & Neighbors o dejarte seducir por una copa en la Toscana de Call Me by Your Name, este artículo es para ti. Y para tu cuñado. Que seguro que presume de tener uno “parecido” en casa.
Romanée-Conti 2002 – The Gentlemen (Netflix)
La escena:
Stanley (Esposito, elegante y sin pestañear) saca una botella de Romanée-Conti 2002 como quien saca una servilleta de papel. Luego la decanta con un filtro de café, como si estuviera colando el café de puchero de su abuela. Y después, como si no fuera suficiente herejía, la vuelve a la botella. ¡SACRILEGIO EN DIRECTO!
El vino:
Pinot Noir del Olimpo. Solo 5.000 botellas al año. Se cultiva en 1,8 hectáreas que valen más que todo tu barrio. Aromas a violetas, cerezas negras, trufas… y a que nunca lo vas a probar.
Dato para fardar:
Una botella llegó a subastarse por más de 500.000 dólares. Por ese precio, esperas que venga con el alma de Napoleón dentro.
Chevalier-Montrachet 2013 – Your Friends & Neighbors (Apple TV+)
La escena:
Jon Hamm, como si fuera un Bond venido a menos, se esconde en una bodega ajena y descubre un Domaine d’Auvenay Chevalier-Montrachet 2013. Mira la etiqueta, suelta una de sus frases cínicas y… ¡zas! Se lo lleva.
El vino:
Chardonnay nivel jefe final. Criado con mimo biodinámico, lo que en este caso significa que las vacas hacen caca felices al ritmo de Debussy. Blanco mineral, profundo, con tanta complejidad que necesitarías tres vidas para entenderlo.
Chisme curioso:
Lalou Bize-Leroy, la mujer que lo elabora, también dirige Romanée-Conti. Es la Beyoncé del vino borgoñón. Y sin TikTok.
Château Cheval Blanc 1961 – Sideways
La escena:
Miles está devastado, melancólico, borracho… y se mete su Cheval Blanc 1961 en un vaso de plástico de McDonald’s. Con hamburguesa. Todos lloramos.
El vino:
Bordeaux mítico, mezcla de Cabernet Franc y Merlot. Cosecha legendaria. Taninos suaves como mantita de domingo, con notas de tabaco, cuero y “yo antes era feliz”.
Dato:
En 2008, una botella de esta añada se vendió por 25.000 euros. Y tú criticando a los que piden vino en copón de sidra.
Chianti Classico – El Padrino
La escena:
Cuando matan a Paulie, no hay sangre en la mesa, solo cannoli y probablemente una copa de Chianti Classico. Porque en la mafia, se come y se bebe bien… antes de morir.
El vino:
Sangiovese con carácter. Frutal, con ese punto terroso y ácido que te recuerda a tu suegra corrigiendo el risotto. Marida con pasta, traiciones y silencios incómodos.
Apunte cinéfilo:
Aunque la etiqueta no se ve, todos asumimos que es un Chianti porque… Italia, mafia, la mamma. Lógica de película.
Romanée-Conti – Succession
La escena:
En una de esas cenas familiares donde Kendall y Roman se tiran cuchillos metafóricos, el sommelier aparece con un Romanée-Conti. Silencio. Poder. Y un final tan seco como el de la temporada.
El vino:
Sí, otra vez él. Porque los Roy no beben cosechero. Esto es vino de casta: elegante, discreto, pero letal. Como la abuela cuando te critica con una sonrisa.
Curiosidad chismosa:
La familia que produce este vino fue nombrada noble por el Rey de Francia. Lo que no lograron los Borbones, lo logró la uva.
Dom Pérignon 2008 – en todas las canciones
La escena:
Está en los videoclips. En las alfombras rojas. En las stories con pestañas postizas y labios brillantes. Si alguien menciona lujo líquido, alguien grita: Dom Pérignon.
El vino:
Champagne vintage, burbuja fina, perfil cítrico y cremoso. Es como si Audrey Hepburn bailara sobre tu lengua. 2008 fue una cosecha celestial: clima perfecto, uvas sanas, y millones de millonarios comprando.
Dato trapero:
Jay-Z lo sirvió en su boda con Beyoncé. Y tú, con tu cava del súper en la boda de tu primo.
Barolo Riserva “Giulia” 2007 – Call Me by Your Name
La escena:
Atardeceres en Italia. Fruta madura. Miradas largas. Y un Barolo Riserva flotando en la mesa, como si no supiera que está robándose el plano.
El vino:
Nebbiolo intenso. Aromas a rosas secas, alquitrán dulce, especias. Tiene más capas que tu terapeuta y envejece mejor que George Clooney.
Dato amoroso:
Se le conoce como el “vino de los reyes”. Pero en esta peli es el vino de los amantes.
Beaujolais-Villages 2002 – The Last of Us (Ep. 3)
La escena:
Bill prepara conejo. Frank pone Linda Ronstadt. Y entre los dos, una copa de Beaujolais-Villages Louis Jadot 2002 lo une todo. Primer sorbo. Último beso. Fin del mundo… pero con clase.
El vino:
Asequible, humilde, puro Gamay. Ligero y fresco, como un “te quiero” en voz baja. Es el vino que compras sin pretensiones y que luego recuerdas para siempre.
Curiosidad fan:
Tras el episodio, se agotó en todo EE.UU. Lo llamaron “el vino de la humanidad”. Y con razón.
Bonus Track: ¿por qué estos vinos se hacen virales?
- Porque tienen historia.
- Porque aparecen en el momento exacto.
- Porque son caros… o muy reales.
- Porque tú también te ves brindando en esa escena.
Estos vinos no están solo en la copa. Están en la historia. En el guion. En ese sorbo que cambia el rumbo de una trama… o de una vida.
Y si tú solo tienes una botella del súper, no pasa nada: el mejor maridaje siempre será una buena historia. vinos