En Madrid los mercados han pasado de las básculas al bistró, de las balanzas al Sol Repsol. Y Vallehermoso es el ejemplo perfecto de cómo la alta gastronomía se ha instalado entre frutas, puestos y neones.
En el número 36 de la calle Vallehermoso, donde antes se pedía “cuarto y mitad de jamón”, hoy se prueban anticuchos, baos y vinos naturales. Tripea, el pequeño imperio viajero de Roberto Martínez Foronda, es un fenómeno. Cocina fusión sin fronteras, con alma de mercado y ritmo de playlist global. Un lujazo con un Sol Repsol, y mucha diversión gastronómica.
A pocos metros, Rhudo Raw Bar (del equipo de Kuoco 360) ofrece una versión elegante y fresca de esa cocina mestiza. Ceviches con carácter, ostras que se visten de Asia y cócteles que se beben con ritmo de tarde de domingo.
Es la demostración de que el lujo también puede servirse en barra, entre risas, y con precio de barrio.
Pero el alma del mercado sigue ahí. Las fruterías que perfuman con nísperos, los puestos que aún recomiendan “lo mejor para el caldo”, los que fríen caracoles con más o menos guindilla según el valor del cliente. Y entre ellos, el rincón canario, donde suena Carlos Senante mientras un mojo rojo o verde alegra la tarde.
El tardeo entra al mercado
Ahora, Guía Repsol ha querido ponerle banda sonora a ese espíritu. Con las Noches de Mercado, el 16 de octubre y el 6 de noviembre, convierte una antigua frutería del Mercado de Vallehermoso en un pequeño festival gastronómico.
Los asistentes, solo usuarios registrados en la app, podrán disfrutar del brioche de rabo de toro de BiBo (Recomendado Guía Repsol), junto a los cócteles de 1862 Dry Bar (Solete Guía Repsol) y Momus Bar.
El menú líquido promete: Spicy Tommys Margarita, Japanese Harmony, Don Miso o Highball. Tragos con y sin alcohol, pero con la misma magia: la de brindar entre cajas de fruta.
Porque el lema “Guía Repsol ❤️ Mercado Vallehermoso” no es solo marketing, es una declaración de amor a los mercados que resisten y evolucionan.
Y atención, porque esta acción es solo el principio. En breve se inaugurará el Espacio Guía Repsol dentro del propio mercado, un nuevo punto de encuentro para experiencias, talleres y maridajes entre vecinos, gastrónomos y curiosos.
Vallehermoso, mucho más que un mercado
Aquí puedes desayunar un pastel casero, comer un bocadillo de pastrami tamaño XXL, probar producto canario o picar fusión en barra. El plan es sencillo: venir sin prisa y dejarse llevar. Porque en Vallehermoso todo es posible… incluso viajar sin salir de Chamberí.
Y hablando de viajes: Hubo un tiempo en que el mercado tenía su propio barco. Lo construyó Octav Craiv, cocinero y alma marinera que preparaba el bacalao como si te contara un cuento del norte. Su puesto era una travesía gastronómica, una aventura hecha a mano, con olor a ajo y nostalgia.
Hoy ya no está allí, pero no se ha ido lejos: solo hay que cruzar al barrio de La Latina para reencontrarlo en La Quinta del Cachuelo. Allí sigue navegando entre platos, historias y mares imaginarios. Y sigue siendo, como siempre, gran cocinero y mejor persona.
