Cuando el otoño se instala, trae hojas caídas, aire fresco y una excusa para disfrutar. Nada combina mejor con esta estación que la mezcla de comida reconfortante, buena bebida y, claro, una banda sonora y pantalla acordes. Te propongo las mejores armonías para un otoño de película.
Sopas y cremas + Jazz suave + una copa de Pinot Noir español
Empezamos con algo reconfortante. El otoño pide sopas y cremas, esas que nos hacen sentir en casa con cada cucharada. Una crema de calabaza o una sopa de cocido, por ejemplo, es un abrazo en un cuenco. Añádele un toque de jazz suave —imposible fallar con Miles Davis o Norah Jones—. En el vaso, una copa de Ad Fines, un Pinot Noir mediterráneo. Tinto con personalidad y carácter, que va perfecto con la temporada.
¿La serie o película ideal? “Gambito de dama”. En esta serie, la intensidad crece lentamente, como el sabor de una crema bien condimentada. ¿Otro plus? La paleta de colores otoñales de la serie, que va a juego con los platos.
Tabla de quesos y embutidos + Soul clásico + un vino Sevillano bajo velo de flor
La tabla de quesos de cabra y embutidos de bellota es perfecta para una tarde otoñal. Añade una botella de FY Bajo Velo, de Bodegas Salado. Un vino seco y misterioso que hará volar tu imaginación. En el fondo, deja que suene Marvin Gaye o Aretha Franklin.
Este plan pide una peli de misterio, como “Knives Out“, donde cada giro es tan sorprendente como un buen bocado de Minero, Carbonero de “Quesos y Besos”. Entre vinos y soul, el combo de sabores y sonidos le da un toque sofisticado y perfecto para la tarde.
Risotto de setas + Indie Folk + Estaladiña
Nada más otoñal que un buen risotto de setas, cremoso y humeante. Lo maridamos con indie folk, algo estilo Bon Iver o Fleet Foxes, para dar el toque acogedor. Y en la copa, un vino berciano con una variedad muy especial, Estaladiña. Elaborado por Gregory Pérez, es un tinto singular, complejo y muy personal.
Para acompañar este momento, prueba la película “Her“. Es lenta y envolvente, perfecta para este plato que se disfruta sin prisa. Entre música y sorbos de vino, el otoño toma su forma más reconfortante.
Castañas asadas + Blues + un buen Vermut cordobés
Las castañas asadas son el snack callejero del otoño, pero en casa también tienen su lugar. Imagínalas calentitas y el olor a otoño en el aire. En el fondo, suenan blues, B.B. King o John Lee Hooker. Un vaso de Vermut VRMT, receta andalusí, de Bodegas Robles, puede ser la armonía perfecta. La calidez de la bebida contrasta genial con el dulzor de las castañas.
¿Un toque de cine? “Call Me by Your Name”, con su ritmo nostálgico y una historia envolvente. Igual que el blues, la peli nos lleva al pasado, a momentos que se saborean poco a poco.
5.Albóndigas de rabo de Angus + Rock clásico + un Rioja con nombre y apellido
Los días fríos piden platos más potentes, como unas buenas Albóndigas de rabo de Angus. Piénsalo: horas en el fuego, carne tierna y mucho sabor. Este plato pide rock clásico, algo tipo The Rolling Stones o Led Zeppelin, para darle fuerza a la experiencia. Y un vino con carácter, como Jesús Madrazo Selección Rioja. Un tinto con potencia y estilo, que va perfecto en cualquier ocasión.
La serie ideal para esta armonía es “Peaky Blinders“. La intensidad de la trama, y de los personajes, resuena con el sabor del guiso y el rock de fondo. Un plan perfecto para una tarde en casa, cuando el frío ya no invita a salir.
Postre de manzana + Bossa nova + sidra de hielo asturiana
¿Te apetece algo dulce? Un pastel o tarta de manzana es el postre otoñal por excelencia. Su dulzura pide algo ligero, como una bossa nova suave. Antonio Carlos Jobim o João Gilberto armonizan de maravilla con este momento.
En el vaso, sidra de hielo Valverán, para mantener el toque otoñal. ¿La peli? “Amélie”. Es dulce, cálida y un poquito mágica, igual que cada bocado de tarta de manzana.