La primavera ha llegado y con ella el sol, las terrazas y las ganas de vivir la vida con una copa en la mano. Si además es el Día de la Felicidad, no hay excusa para no celebrarlo como se merece. Así que prepárate, porque esto va de disfrutar al máximo: vino, flores, buena música y lugares que te harán olvidar que el invierno existió, aunque siga lloviendo.
El primer brindis de la temporada merece un vino que sepa a felicidad. Algo fresco, vibrante, con ese toque que te hace cerrar los ojos y sonreír. ¿Un riojano como el Murua Blanco Fermentado en Barrica 2022? Perfecto, con su aroma intenso, fresco y floral. ¿O un rosado, como el Izadi Larrosa rosé 2024, que sabe a tardes infinitas al sol? Si quieres algo con burbujas, el Alta Alella Mirgin Exeo Paratge Qualificat Vallcirera es la respuesta. Porque no hay mal día que no mejore con un buen espumoso.
Claro, el vino es clave, pero ¿dónde lo bebes? Porque no es lo mismo una copa en la cocina que una copa en una azotea con vistas de infarto. Sube al Círculo de Bellas Artes en Madrid y entiende por qué todo sabe mejor con el skyline de fondo. O piérdete en El Jardín de Alma, un rincón verde en plena ciudad que te hará sentir de vacaciones sin moverte de Madrid.
Pero la felicidad no solo viene en forma de vino. A veces es un paseo entre cerezos en flor en el Valle del Jerte, donde el paisaje parece sacado de un sueño. O ese momento en el que descubres un mercadillo de flores en Barcelona y te llevas a casa un ramo que huele a primavera. También puede ser un picnic improvisado con una botella de Pazo de Rubianes 1411 2017. Ya sabes, un buen albariño, un queso San Simón y una manta en el césped. Así, sin más.
Y como todo gran plan necesita una banda sonora. Aquí van tres canciones que saben a sol y buen rollo. Walking on Sunshine de Katrina and The Waves, porque es imposible escucharla sin sonreír. Here Comes the Sun de The Beatles, el himno definitivo de la primavera. Y La felicidad de Palito Ortega. Va de eso, de disfrutar el presente y brindar por lo bueno.
Así que ya lo sabes: coge tu copa, elige tu terraza, pon la música y deja que la primavera haga su magia. ¡Brinda, disfruta y deja que la vida fluya!