Madrid fue testigo de un evento, donde las grandes figuras de Ribera del Duero se unieron para ofrecer una experiencia sensorial única. La Asociación Madrileña de Sumilleres (AMS) ha marcado el comienzo de una nueva era con una cata inaugural, que dejó una impresión imborrable en los paladares más exigentes.
Tres grandes espadas en una cata magistral: Tomás Postigo, José Carlos Álvarez Ramos, del Convento de las Claras y José Manuel Pérez Ovejas, de Dominio de Calogía. Estas tres personalidades, reconocidas por su dedicación y maestría en el arte de la vinificación, presentaron sus creaciones más preciadas, llevando a los asistentes en un viaje sensorial por las tierras de Ribera del Duero.
La selección de vinos fue meticulosamente pensada, para ofrecer una experiencia inolvidable. Cada copa contaba una historia única de una de las regiones vinícolas más veneradas de España.
La cata comenzó con Tomás Postigo Verdejo F.B. 2021, un blanco que sedujo con su complejidad y su vibrante acidez. Según palabras del propio Tomás Postigo, este vino es “el verdejo auténtico, el de los años 80”. Un vino serio en nariz y una boca que llama al paladar. Postigo afirmó además que “el verdejo es un vino para guardar”.
“Estamos maltratando esta uva, en los verdejos de barra destaca la levadura, no el vino”. Tomás Postigo
Le siguió el Convento de las Claras Joven 2021, presentado por José Carlos Álvarez Ramos. Buscó con este vino un estilo más cosmopolita. Su objetivo era dar al mercado algo diferente, y lo consiguió con creces. Es un vino fresco, expresivo, con buena acidez y mucha personalidad. Muestra el territorio de Ribera del Duero en cada sorbo.
Dominio de Calogía 2021, José Manuel Pérez Ovejas, su elaborador, “nació debajo de una cepa” y se nota. Ha desarrollado un estilo personal y muy reconocible. Todos sus vinos son agradables para el paladar desde el primer momento, lo que ha contribuido en gran medida a la gran acogida que tienen en el mercado. Particularmente, este vino se destaca por los frutos rojos, su equilibrio, una elegancia indiscutible y su capacidad de envejecimiento.
El Tomás Postigo 3er Año 2021 también dejó su huella en la cata. Este vino, elaborado con un 85% de Tinto Fino, Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec, es un testimonio del legado y la evolución de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Tomás Postigo destacó el papel crucial de Vega Sicilia en la aceptación de variedades como la Malbec, la Cabernet y la Merlot, que inicialmente no estaban permitidas. El vino impresionó con su buena carga frutal, frescura y agilidad.
El Dominio de Calogía 2020, que fue nuestro Super TOP de febrero, destacó por su singularidad, estilo y elegancia. Presentó un tanino fino y una excelente estructura, brindando alegrías en el presente, pero prometiendo aún más si se guarda la botella para el futuro. Se notaba claramente el cambio de añada; el 2020 fue más fresco, dando como resultado un vino más afilado, pero manteniendo su concentración característica.
El Convento de las Claras 2018, proviene del Paraje de San Juan, y, para su nombre, José Carlos Álvarez Ramos tuvo que pedirle permiso a Mariano García. Buscó la mineralidad del terruño de un vino de altura, y el resultado es un gran vino de una añada muy fría, que ha conseguido no tener verdores. Es un vino redondo, balsámico y equilibrado, que hace las delicias de los catadores.
Pero las sorpresas no terminaron ahí. Los asistentes pudieron catar las creaciones más exclusivas de las bodegas.
El Dominio de Calogía 2020 Cuvé Special, representó un cambio de rumbo a golpe de timón. Elaborado con uvas provenientes de un viñedo de 75 años, y con una producción limitada de 3.475 botellas, este vino persigue la excelencia y la autenticidad. Su maduración durante 26 meses en barricas de roble francés nos regala especiados, finura, sutileza y complejidad, deslumbrando con su carácter único y su larga persistencia en boca. Éste cuvée solo se elabora en las grandes añadas. En sus vinos se nota que hay una personalidad detrás de cada sorbo.
El Tomás Postigo 5º Año 2019, es un vino exactamente igual que el del tercer año, pero que sale al mercado con dos años más de botella. Con esto, Postigo recuerda la antigua regulación de Ribera de Duero, anterior al 82, cuando se fundó el Consejo Regulador.
Según sus palabras “en ese momento se incluyó a los crianzas y reservas barateros”. Es un vino excepcional, jugoso, bien estructurado, desvelando la magia que surge con la crianza adecuada.
Otro punto álgido de la velada llegó con el Convento de las Claras Coupage, de Barricas de 5 Años, del 2016, 2018, 2019 y 2020, que ofreció una versión única del elaborador, convirtiéndose en un viaje en el tiempo en un solo sorbo. El conjunto de varias cosechas del mismo pago, llamado “Las Bendiciones”, guardando una barrica de cada una para hacer el coupage final, se convirtió en un homenaje a la excelencia. Esta obra maestra del Convento de las Claras trajo consigo los recuerdos de una vida, encapsulando la esencia misma de la tradición y la innovación en Ribera del Duero.
“Somos tres amigos que hemos pasado nuestros periplos en casas ajenas y sujetos a marcas, pero ahora hacemos lo que nos da la gana”, dijo Álvarez Ramos, destacando el espíritu de libertad y amistad que impregna su proyecto vinícola.
El Enólogo Manuel Herrera, Vicepresidente Ejecutivo de la AMS, fue el Maestro de Ceremonias, y consiguió que no solo fuera un tributo a la excelencia vinícola, sino también un homenaje a la pasión y el compromiso de aquellos que dedican sus vidas a perfeccionar el arte del vino. Sin duda, esta velada quedará grabada en la memoria de todos los presentes.