¿Odias la Navidad, pero amas el vino? No pasa nada, este artículo es para ti. Si el verde navideño te recuerda más al tono de la piel del Grinch que a una bonita guirnalda, o si prefieres hibernar hasta enero en lugar de decorar el árbol… ¡no te preocupes! Estos vinos están aquí para ayudarte a sobrevivir las fiestas sin tener que mudarte al monte.
Para tu retiro en la cueva (o en casa)
Arranca diciembre con un buen blanco con carácter. Imagina abrir una botella de La Fillaboa 1898, 2016, un albariño de guarda único en su especie. Su sabor te hará olvidar los villancicos. También te mantendrá en modo “mi paz y yo” mientras cae la noche invernal.
Algo para los curiosos (y los que odian el muérdago)
No necesitas aguantar el muérdago ni las luces intermitentes cuando tienes un vino tan diferente como Gémina Finca Tomillares 2019, de Bodegas BSI. Este vino de Jumilla, inesperado y con personalidad, es para los que prefieren una velada tranquila. Disfrútalo sin agobios, acompañado de un buen queso o un plato de caza.
Un toque generoso para el auténtico Grinch
Nadie dijo que había que compartir todo en Navidad, ¿verdad? Para esos momentos en los que quieras brindar por lo bajo, descorcha un Palo Cortado Sacristía AB. Su sabor seco y salino es una excelente compañía en una noche de paz (la tuya, no la de los demás). Además, la creación de Antonio Barbadillo está hecha para decir “porque yo lo valgo”.
Y si toca salir de la cueva…
Sabemos que hay cenas que no se pueden evitar. Coge la batuta con estilo y lleva una botella de Enoteca Gramona 2011, un espumoso con clase que hace que cualquier cena sea más interesante. No necesita explicaciones largas y, si alguien intenta convencerte de cantar villancicos, puedes distraerle con un brindis elegante.
Para aguantar a los cuñados (y su playlist navideña)
Si en plena cena empiezan los villancicos y tienes que soportar a tu cuñado cantando “Los peces en el río” por tercera vez, es hora de sacar el as bajo la manga: Les Manyes 2022. El único monovarietal de garnacha de Terroir al Limit. Se merece un aplauso. Y si tus invitados no lo entienden, ¡mejor para ti! No compartir también es navideño.
Un guiño para quienes aman los detalles… pero no la Navidad
Para terminar, si hay un postre de chocolate, tu tinto puede seguir acompañando. Pero si prefieres un final más dulce, sorpréndete con Ariyanas Naturalmente Dulce, de Bodegas Bentomiz. Este moscatel de Málaga tiene el equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, ideal para que incluso el Grinch más arisco sonría un poco.
En fin, amigo Grinch, si aún con estos vinos no sobrevives al espíritu navideño, siempre puedes adoptar un perro llamado Max y esperar en la comodidad de tu cueva. Eso sí, con la copa en mano, que el buen vino te acompaña en las fiestas… y siempre. Navidad