La 76ª edición de los Premios Emmy se celebró en el Peacock Theater de Los Ángeles. “La noche más grande de la televisión para honrar a las estrellas de cine en servicios de streaming”, como lo definió Dan Levy. Solo ocho meses después de la ceremonia anterior, los grandes nombres de la televisión volvieron a reunirse para celebrar lo mejor del medio.
La noche estuvo repleta de momentos memorables, comenzando con el ingenioso monólogo de los anfitriones, Eugene y Dan Levy. Estos hicieron bromas sobre el consumo de televisión en dispositivos móviles, incluso aludiendo a la viralidad de The Bear. Esta serie logró un récord de 11 premios en la noche. Jeremy Allen White y Ebon Moss-Bachrach, volvieron a ser reconocidos como mejor actor y mejor actor de reparto en comedia. Liza Colón-Zayas también ganó su primer Emmy como actriz de reparto. Seguro que luego brindaron entre ellos con una copa de Franciacorta, el Espumoso Oficial de los premios.
Sin embargo, la mayor sorpresa de la noche fue el premio a la mejor comedia, que se llevó Hacks. The Bear, era considerada por muchos como la favorita, pero se quedó sin el galardón. Este cambio de rumbo añadió un giro inesperado a la velada.
También destacó Shogun, de FX, que ganó el premio a la mejor serie dramática. Logró cuatro estatuillas en total, incluyendo el de mejor actor para Hiroyuki Sanada y el de mejor actriz para Anna Sawai. Con un total de 18 premios, Shogun estableció un nuevo récord, por la mayor cantidad de galardones en una sola temporada. Superó sus 14 premios en las Creative Arts Emmys de la semana anterior.
Entre las actuaciones destacadas de la noche, Baby Reindeer se llevó el premio a la mejor serie limitada o antología. Su creador, Richard Gadd, recibió reconocimientos como mejor actor y por el mejor guion. Además, Jodie Foster recibió su primer Emmy por su actuación en True Detective: Night Country, marcando un hito en su carrera.
La gala también fue un homenaje a la nostalgia, con varias reuniones de elencos icónicos. Los actores de The West Wing se reunieron en el escenario para celebrar el 25 aniversario de la serie. Los presentadores de Saturday Night Live también hicieron acto de presencia en conmemoración de la temporada 50 del programa. Además, celebridades como Henry Winkler y Ron Howard revivieron la magia de Happy Days en su aniversario.
A medida que la gala avanzaba, el ambiente se volvió cada vez más festivo. También se dieron momentos incómodos, como el anuncio de Johnnie Walker que fue percibido como un intento de promoción inapropiado. Sin embargo, lo que realmente brilló fueron los discursos genuinos, como el de Lamorne Morris, quien, mientras agradecía a su madre, compartió una anécdota cómica sobre su propio nacimiento, visiblemente emocionado.
El evento, marcado por un clima de camaradería y diversión, se cerró con un recordatorio de que la televisión, a través de sus diversos géneros y formatos, sigue siendo un espejo de la sociedad. Con cada año que pasa, los Emmys no solo celebran lo mejor de la televisión, sino que también reflejan el momento cultural que estamos viviendo.
El mensaje final de la gala fue claro: aunque la nostalgia y la tradición son importantes, la televisión sigue evolucionando, y con ello, la necesidad de nuevas voces y narrativas.