Un reciente decreto, publicado en el Diario Oficial de Francia el pasado 15 de agosto, actualiza la lista de cultivares de uva autorizados en el país. Incluye la incorporación de cuatro nuevas variedades, desarrolladas por los viveros VCR, que estarán permitidas por un periodo de diez años. Estas variedades ya han sido autorizadas y plantadas en otras partes de Europa. Ahora tienen la oportunidad de contribuir a la diversidad y calidad de los vinos franceses. Este avance refleja una tendencia creciente hacia la innovación en la viticultura, y la adaptación a las nuevas necesidades y desafíos del sector.
Nuevas Variedades Blancas: Kersus y Pinot Iskra
Entre las variedades blancas aprobadas se encuentran Kersus y Pinot Iskra. Kersus es una uva que se destaca por su notable resistencia al mildiu, una enfermedad común que afecta a los viñedos. Además, presenta una buena resistencia al oídio y es menos propensa a sufrir de podredumbre negra, en comparación con la Pinot Blanc. Esto la convierte en una opción interesante para los viticultores que buscan reducir el uso de productos químicos en sus cultivos. Los vinos producidos con Kersus son similares en estilo al Chardonnay, pero con matices que recuerdan al Pinot Gris, lo que aporta una riqueza adicional al paladar.
Por su parte, Pinot Iskra también muestra una excelente resistencia, tanto al mildiu como al oídio. Al igual que Kersus, es menos vulnerable a la podredumbre negra. Esta variedad es ideal para la producción de vinos espumosos o vinos con un alto contenido aromático. Esto la hace versátil y atractiva para diferentes mercados.
Variedades Tintas: Pinot Kors y Volturnis
En cuanto a las variedades tintas, dos nuevas incorporaciones han sido aprobadas: Pinot Kors y Volturnis. Pinot Kors comparte la misma resistencia al mildiu y oídio que Pinot Iskra, pero presenta una mayor susceptibilidad a la ampolla de la vid, una enfermedad que puede afectar la calidad del fruto. A pesar de esto, Loïc Breton, director general de VCR Francia, destaca a Pinot Kors y Pinot Iskra como las variedades que más destacan por su resistencia, perfil aromático y productivo. Pinot Kors madura, aproximadamente, diez días después que Pinot Noir, ofreciendo vinos con intensos aromas de frutas rojas y cerezas, taninos sedosos y una intensidad de color ligeramente superior a la de Pinot.
La última variedad en la lista es Volturnis. Esta uva se caracteriza por su alta resistencia al mildiu, aunque es menos resistente al oídio. Volturnis tiene una productividad muy buena. Los vinos que produce se distinguen por sus intensos aromas de frutas rojas maduras. Además, su alto contenido de antocianinas les confiere una buena capacidad de envejecimiento. Este es un factor clave para los productores que buscan vinos con potencial de guarda.
Innovación en la Viticultura y Desafíos Futuros
La introducción de estas nuevas variedades, en la lista de cultivares autorizados en Francia, representa un paso significativo hacia la adaptación de la viticultura a las condiciones cambiantes, tanto climáticas como de mercado. La resistencia a enfermedades como el mildiu y el oídio es una prioridad en la selección de nuevas variedades. Esto permite a los viticultores reducir el uso de pesticidas y otros tratamientos químicos. De esta manera promover una viticultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Además, la diversificación de los perfiles aromáticos y gustativos de las uvas permite a los productores explorar nuevas posibilidades en la elaboración de vinos, atendiendo a la creciente demanda de los consumidores de productos innovadores y de alta calidad. Esta tendencia hacia la innovación no solo responde a las necesidades actuales del sector, sino que también abre nuevas oportunidades para el futuro de la viticultura francesa.
Sin embargo, la introducción de nuevas variedades también plantea ciertos desafíos. La adaptación de estas uvas a los diferentes terroirs y las prácticas vitivinícolas locales es un proceso que requiere tiempo y experimentación. Además, la aceptación por parte de los consumidores de vinos elaborados con estas nuevas variedades es un factor crucial para su éxito en el mercado. Por tanto, será interesante observar cómo estas nuevas incorporaciones se integran en la tradición vitivinícola francesa y cómo contribuirán a su evolución.
Estas uvas, con sus características de resistencia y su potencial enológico, tienen el poder de transformar la forma en que se produce vino en Francia. Ofrecen nuevas posibilidades, tanto para los productores como para los consumidores.