¿Quién no ha visto una pizza en una película y ha sentido esa mezcla de deseo y nostalgia? Es como si cada porción de queso fundido nos estuviera diciendo: “Come conmigo, sé feliz”. Pero las pizzas en el cine son un personaje en sí mismas, un actor que sabe cómo conquistar nuestra pantalla y nuestros estómagos.
La Historia de la Pizza: De Italia al Cine
La pizza nació en Italia. Aunque hoy en día es popular en todo el mundo, no siempre fue la estrella que es ahora. En sus inicios era simple: pan, tomate, queso y algunas hierbas. ¡Nada de ingredientes exóticos ni gourmet! Se comenzó a popularizar en Nápoles en el siglo XVIII. Entoncés, los napolitanos decidieron añadirle tomate al pan plano. Al principio, solo los pobres disfrutaban de esta delicia. ¡Qué ironía, que hoy paguemos precios astronómicos por una pizza de trufa y foie!
Pero, ¿cómo llegó al cine? Ah, aquí es donde la magia sucede. En las décadas de 1950 y 1960, el cine empezó a representar la vida diaria, y ¿qué mejor manera de hacerlo que con una pizza en la mano? Entoncés, se convirtió en un símbolo de la vida relajada, de la reunión entre amigos y de las comedias que todos amamos. Y es que, ¿quién no recuerda la escena de “Las tortuga Ninja” devorando pizza como si no hubiera un mañana?
Como Actriz Principal
En “Come, reza, ama“ (2010), Julia Roberts se enamora del sabor de una pizza margarita. El rodaje de la película llevó a la actriz a comerla en L’Antica Pizzeria da Michele ( Nápoles) Podrás ver su cara de satisfacción al comerse una, inmortalizada en la pared.
Luego están “Los Simpson“, donde Homer hace publicidad de Dominos pizza. Y hablando de retos, ¿alguna vez has visto la de tamaño mini hidratable de Regreso al futuro II (1989)?, yo no . Por otro lado, ¿Habéis visto alguien más elegante que Ryan Gosling comiéndose una pizza en Crazy, Stupid, Love (2001)?, impresionante.
Y cómo olvidar el clásico “Haz lo que debas“ (1989), de Spike Lee. En ella el diálogo va mucho más allá, siendo el nexo de unión este rico plato italiano.
Como una perfecta armonía de sabores, las pizzas acompañan a la perfección momentos de tensión, romance, comedia y hasta acción.
¿Te acuerdas de la famosa escena de “Fiebre del sábado noche (1977)? Travolta, en su entrada triunfal, Stayin’ Alive de los Bee Gees, sonando de fondo, y esa pizza al ritmo ochentero de sus caderas.
En ocasiones, también, se convierte en un símbolo de causa perdidas. En “Top Secret”, la reunión en la pizzería no tiene desperdicio. Parece que la pizza tiene el poder de unir a los amigos, como si una simple caja de cartón pudiese contener todo lo necesario para pasar una noche inolvidable.