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Platos mandatarios

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Cuando pensamos en los grandes líderes del mundo, nos imaginamos cumbres diplomáticas, discursos históricos y decisiones cruciales. Pero detrás de cada mandatario hay un ser humano con gustos culinarios muy personales. Aquí te contamos qué platos y bebidas hacen salivar a algunos de los más poderosos del planeta.

Emmanuel Macron y su amor por el blanquette de veau

El presidente francés, fiel a sus raíces gastronómicas, es un gran fanático del blanquette de veau. Este guiso de ternera con una salsa cremosa de nata y vino blanco es un clásico de la cocina francesa. Se dice que lo prefiere bien casero, como el que hacía su abuela. Para acompañar, no hay nada mejor que un buen vino blanco de Borgoña. No sorprende que su amor por la cocina francesa recuerde a las escenas de Ratatouille, donde la comida es el corazón de la identidad nacional.

Vladimir Putin y el caviar con vodka

El líder ruso no escatima en lujo cuando se trata de comer. Su debilidad es el caviar negro servido con blinis, esos deliciosos panqueques rusos. También disfruta de la sopa shchi de col y del pelmeni, una especie de raviolis rusos. Para acompañar, nada mejor que un buen vodka, bebida que ha sido símbolo de Rusia desde tiempos zaristas. Esta afición culinaria no desentonaría en una película de espías de James Bond, donde el caviar y el vodka siempre están en la mesa de los villanos rusos.

Xi Jinping y el cerdo estofado de Suzhou con té de jazmín

El presidente chino ha expresado en varias ocasiones su amor por el hong shao rou, un cerdo estofado en salsa de soja y azúcar. Este plato, originario de la región de Suzhou, era también el favorito de Mao Zedong. Se dice que Xi Jinping lo disfruta con arroz al vapor y una buena ración de verduras. Para beber, prefiere el té de jazmín, una elección elegante y tradicional. Su plato bien podría estar en una escena de una película de Wong Kar-wai, donde la estética y la gastronomía se entrelazan con la cultura china.

Kim Jong-un y su obsesión por el queso suizo con champán

El líder de Corea del Norte es un gran aficionado al queso Emmental. Se rumorea que llegó a enviar a chefs a Suiza para aprender a elaborarlo. También es un amante del sushi y de los platos a base de marisco. Para beber, se dice que tiene debilidad por el champán francés, especialmente el Cristal. Este gusto por el lujo recuerda a los dictadores de cine que disfrutan de extravagancias mientras su pueblo sufre.

Rishi Sunak y el pollo tikka masala con whisky escocés

El primer ministro británico, de ascendencia india, tiene un favorito que no sorprende: el pollo tikka masala. Este plato, aunque popular en la India, es un invento británico que se ha convertido en un clásico del país. Sunak ha mencionado que lo disfruta con naan y una buena cerveza, pero en ocasiones especiales prefiere un buen whisky escocés. Nada mal para una noche de trabajo en Downing Street, casi como un episodio de The Crown con un toque especiado.

Mohamed VI y el tajín de cordero con té a la menta

El rey de Marruecos es un apasionado de su gastronomía local, y el tajín de cordero con ciruelas y almendras es uno de sus platos predilectos. Este guiso, cocinado lentamente con especias, es un reflejo de la rica cocina marroquí. Dicen que en el Palacio Real nunca falta un buen tajín acompañado de pan marroquí recién horneado. Para beber, el té a la menta es casi una obligación. Este plato y bebida podrían transportarnos a una historia de Las Mil y Una Noches, llena de exotismo y misterio.

Alberto II de Mónaco y la bouillabaisse con vino rosado

El príncipe de Mónaco tiene un gusto refinado y adora la bouillabaisse, la clásica sopa de pescado provenzal. Este plato, originario de Marsella, se elabora con diferentes tipos de pescado, marisco y un caldo aromático. Ideal para alguien que vive rodeado del Mediterráneo y con acceso a los mejores productos del mar. Para acompañar, prefiere un buen vino rosado de la región. Perfecto para una escena de película de la Riviera Francesa, donde el glamour y la gastronomía van de la mano.

Sergio Mattarella y la pasta alla Norma con un Chianti

El presidente de Italia, originario de Sicilia, no puede resistirse a la pasta alla Norma. Este plato con berenjenas, tomate, ricotta salata y albahaca es un símbolo de la cocina siciliana. Con la tradición italiana de comer bien, no es de extrañar que Mattarella sea un gran defensor de su gastronomía. Para beber, un buen Chianti es su elección. Un plato digno de una escena en El Padrino, donde la comida es casi un personaje más.

Felipe VI y la merluza a la koskera con un Albariño

El rey de España es un apasionado de la cocina española y uno de sus platos preferidos es la merluza a la koskera. Esta receta vasca lleva guisantes, espárragos y huevo duro, ingredientes sencillos pero llenos de sabor. Para acompañar, nada mejor que un vino Albariño, fresco y elegante. Un menú perfecto para una película de Pedro Almodóvar, donde la tradición española brilla con intensidad.

Como ves, hasta los líderes más poderosos del mundo tienen sus antojos y preferencias culinarias. La comida y la bebida, al final, nos unen a todos, incluso a quienes toman las decisiones más importantes. ¿Te animas a probar alguno de estos platos y maridajes?

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