Por si no lo sabéis, Rueda no es únicamente la zona donde se elaboran algunos de los mejores verdejos que bebemos en la barra. La zona es mucho más, tanto en calidad, como en uva, paisaje y gastronomía. Hoy os invitamos a que conozcáis más de cerca los vinos y manjares que da esta tierra.

Día 1: ¡Bienvenidos a Rueda!

Comienza la aventura enoturística en Bodegas José Pariente, una de las bodegas más emblemáticas de la región, conocida por sus vinos blancos de alta calidad. Disfrutaréis de un recorrido por sus viñedos y sus instalaciones, seguido de una cata de sus vinos frescos y aromáticos, perfectos para refrescar el paladar en un día soleado.

Para comer hay que ir a la Gastrobodega Martín Berasategui. Un Restaurante situado a 20 metros bajo tierra.  El chef se ha hecho cargo de la propuesta gastronómica de El Hilo de Ariadna. Su carta se basa en el producto y las estaciones, reflejando la identidad de esta tierra, pero con un toque personal.

Por la tarde, hay que explorar la Bodega Museo de Los Frailes, donde podréis sumergiros en la historia y la cultura vitivinícola de la región.

Día 2: ¡Descubrir más Bodegas!

En vuestro segundo día en Rueda, comenzar con una visita a Bodegas De Alberto. Entrar en las galerías subterráneas con las grandes bóvedas de cañón, que recorren en más de un kilómetro de longitud el subsuelo de Serrada. Descubrir la memoria habitada de la bodega, que se ha mantenido viva durante más de tres siglos. En un último periodo, desde 1941, cuidada como un tesoro cultural inestimable por Hijos de Alberto Gutiérrez, familia bodeguera ya en su quinta generación.

Para el almuerzo, os espera una experiencia culinaria única en La botica de Matapozuelos. Está ubicada en una antigua casa de labranza, donde existió una botica, junto al Ayuntamiento de la localidad. La oferta gastronómica, premiada con dos Soles Repsol, está impregnada por el territorio en el que se asienta. Cocina de cercanía basada en el género que suministran pequeños productores de la zona.

Por la tarde, continuar la ruta por las bodegas, con una visita a Javier Sanz Viticultor. Una bodega especializada en la elaboración de vinos de calidad y de autor, enclavada en el municipio vallisoletano de La Seca. Su proyecto es ofrecer vinos únicos y personales. Esto, a través de un meticuloso trabajo en el campo y en la elaboración, recuperando variedades extintas, mimando el viñedo viejo, origen de la bodega.

Día 3: ¡Seguimos con ganas!

En el último día en Rueda, visitar la Bodega Cuatro Rayas. En 1935, Valladolid vio nacer una cooperativa que hoy es conocida como Bodega Cuatro Rayas. Nombre, que en los años cincuenta, tomó del pago donde confluyen cuatro poblaciones (La Seca, Rodilana, Medina del Campo y Rueda). Decían los mayores, que aquí se daban las mejores uvas para elaborar vino blanco.

Para el almuerzo, os recomiendo el Restaurante Casa Lola, situado cerca de la carretera. En este acogedor restaurante puedes tomarte desde unos huevos fritos hasta una ensalada con perdiz escabechada. Además, tienen una tienda gourmet por si quieres comprar algo para casa.

¡Espero que disfrutéis al máximo de esta emocionante ruta por las bodegas de Rueda, junto con las delicias gastronómicas y culturales que la región tiene para ofrecer!