El artículo “Distant Stars: Celebrity Wines and Endorsements Won’t Save Us” de Jeff Siegel para Wine Industry Network, me ha hecho reflexionar. Vino y famosos, ¿es una fórmula para el éxito?
La colaboración entre celebridades y la industria del vino ha sido un tema candente en los últimos tiempos. Los problemas asociados con el vino respaldado por celebridades son abundantes. Desde vinos mal elaborados hasta el desinterés de las propias celebridades, esto puede desembocar el desastre Un ejemplo es el declive, según el artículo de Siegel, en las ventas de los vinos Snoop Dogg y Martha Stewart de Treasury Wine Estate. Antes fueron un punto brillante para la multinacional, pero ahora se enfrentan a dificultades con estas marcas.
Sin embargo, hay ejemplos de éxito que demuestran que la colaboración entre celebridades y el vino puede funcionar bien. Brad Pitt, con su exitosa bodega en el sur de Francia, y Kylie Minogue, con su línea de vinos, han logrado un éxito notable. También Bon Jovi y su Hampton Water Rosé. Ellos destacan por sus socios y la diversidad de enfoques y estrategias que proyectan para sus vinos.
Por otro lado, las marcas de vino respaldadas por celebridades tienden a atraer a los Baby Boomers y a la Generación X. Tenemos ejemplos como Sarah Jessica Parker y Cameron Diaz. Sin embargo, las celebridades más jóvenes parecen desinteresadas en asociarse con el vino, ya que no encaja con la imagen de su estilo de vida.
Quizá lo inteligente es buscarse socios que encajen con los valores de la marca. Tiger Woods, por ejemplo, optó por promocionar productos que se alineaban con su estilo de vida y el de sus seguidores.
Las redes sociales también juegan un papel crucial en la relación entre las celebridades y el vino. Realmente son herramientas poderosas para llegar a las generaciones más jóvenes. Ahora, la industria del vino está luchando por comprender y aprovechar estas plataformas de manera efectiva. Por mi parte, todavía creo que hay mucho trabajo que hacer. Particularmente en España, todavía gran parte de las bodegas no se han dado cuenta de que hay que comprender al público final, y dan palos de ciego.
Las fórmulas que se han utilizado hasta ahora no sirven, pero creo que puede ser efectivo asociarse con famosos. Pero, como todo, si se hace bien. Hay que estudiar el perfil de público al que queremos ofrecer nuestros vinos. Debemos entender sus inquietudes y sus necesidades, a partir de ahí buscar un buen socio. Ofrecer calidad es esencial, y la relación de los valores de la marca con los de nuestro público es indispensable. Nada de engaños, nada de mentiras, si no es nuestro público buscaremos ese nicho de mercado en el que encaje nuestro estilo. Así conseguiremos triunfar.
Ya sabes, el éxito de un vino respaldado por una celebridad puede depender de la calidad del vino(ante todo). Por parte del famoso: su presencia en las redes sociales, su imagen y capacidad para conectarse con las generaciones más jóvenes y sus valores. Aunque la fama de una celebridad puede atraer la atención, el verdadero desafío radica en mantener el interés y la lealtad del consumidor a largo plazo.