¡Bienvenidos a la ciudad que nunca duerme, donde la comida es estupenda y el vino una pasada! Madrid es mucho más que edificios majestuosos y bulliciosas calles. Aquí, cada rincón tiene una historia que contar, cada vino un sabor especial y cada plato te hace suspirar de placer.

Así que prepárate para dejarte llevar por el encanto de Madrid. Vamos a explorar juntos algunos de los rincones más especiales de esta maravillosa Comunidad.

Comienza tu aventura enoturística visitando Las Moradas de San Martín, una bodega situada a los pies de la Sierra de Gredos. Disfruta de un recorrido por sus viñedos orgánicos y sus instalaciones, seguido de una cata de sus vinos tintos y blancos de alta calidad, que reflejan el carácter único de la región.

Para el almuerzo, te recomiendo el Restaurante Botín. Está situado en el corazón de Madrid y es famoso por ser el restaurante más antiguo del mundo, según el Libro Guinness de los Récords. Aquí, podrás degustar platos tradicionales de la cocina española, como el cochinillo asado o el cordero lechal.

Por la tarde, explora el centro histórico, con sus impresionantes monumentos y sus animadas plazas, como la Plaza Mayor y la Puerta del Sol. No te pierdas una visita al Mercado de San Miguel, donde podrás degustar una gran variedad de tapas y productos gourmet.

En tu segundo día en Madrid, visita Comando G, una bodega conocida por sus vinos de alta expresión y su filosofía de respeto por la naturaleza. Disfruta de un recorrido por sus viñedos y sus instalaciones, seguido de una cata de sus vinos tintos de gran calidad, que muestran el trabajo artesanal de los viticultores.

Para el almuerzo, te recomiendo Alabaster, ubicado en el Barrio de Retiro y galardonado con un Sol Repsol. Aquí, podrás disfrutar de una experiencia gastronómica única, acompañada de una cuidada selección de vinos. No dejes de pedir la merluza; está de rechupete.

Por la tarde, visita el Museo del Prado. Es uno de los museos más importantes del mundo. Aquí podrás admirar una impresionante colección de obras maestras de artistas como Velázquez, Goya y El Greco.

Tras esto, un paseo por el centro. No dudes ir a los Gatos y disfrutar de uno de los locales más pintorescos de la ciudad. Después, dos pasos más y tómate unos vinos en DisTinto; su carta no está nada mal. Además, podrás disfrutar de algunos de sus platos para cenar. Su Oreja de cerdo “en un bocado” , está para ponerla un piso.

En tu último día en Madrid, dedica la mañana a visitar otra bodega de la región. Te recomiendo Marañones, una bodega familiar conocida por sus vinos tintos y blancos de alta calidad. Disfruta de un recorrido por sus viñedos y una cata de sus vinos, que reflejan la pasión y el compromiso de la familia con la viticultura sostenible.

Para el almuerzo, El Fogón de Trifón, un templo para los amantes del buen comer…y beber. No te pierdas sus Kokotxas pil pil al momento, ni sus callos, están impresionantes.

Después pasea por el Barrio de Salamanca, y prepara la cartera para comprarte algo. Sus escaparates te harán ser un poco consumista. Cuando te canses, Varra puede ser una buena elección. Acaba de abrir y ya se ha convertido en un referente de la capital. Desde su Tosta de gamba roja de Palamós, hasta el Gamo a la brasa, todo está riquísimo. ¡Ah!, y su carta de vinos más que interesante.

¡Espero que disfrutes al máximo de esta emocionante ruta por las bodegas de Madrid y los encantos de la capital española!