Si fueras un personaje de ficción, ¿dónde comerías? Esa es la gran pregunta que nos hemos hecho hoy en Mariacong.com. Porque no es lo mismo ser un agente secreto con licencia para matar, que un mago con una cicatriz en la frente. Cada personaje tiene su estilo, su personalidad y, por supuesto, su restaurante ideal. Así que, ponte cómodo, porque vamos a viajar por el mundo y la fantasía para descubrir los mejores lugares donde comer (y beber) según tu alter ego de ficción.
Tony Stark – Nobu (Los Ángeles)
El genio, millonario, playboy y filántropo no se priva de lujos. Nobu, con su alta cocina japonesa, sería el sitio perfecto para él. Se pediría un sashimi de pez limón con jalapeño y un wagyu de ensueño. ¿Bebida? Un whisky Macallan de 50 años, por supuesto, aunque también disfrutaría de un Opus One, un vino californiano con el mismo nivel de sofisticación.
Homer Simpson – The Heart Attack Grill (Las Vegas)
Si hay un sitio que parece hecho para Homer, es este. Hamburguesas gigantes, bacon por doquier y batidos con mantequilla. Su pedido ideal: una “Quadruple Bypass Burger” con patatas fritas en manteca de cerdo y una cerveza Duff , que existe. Para el postre, un Zinfandel californiano de Ridge Vineyards, porque incluso Homer necesita algo de vino.
Carrie Bradshaw – Balthazar (Nueva York)
La reina del Sexo en Nueva York adora la sofisticación neoyorquina. En Balthazar, se pediría unos huevos benedictinos con un mimosa de champán (nada de prosecco, por favor). Mientras, tejería sus reflexiones sobre el amor y los zapatos en su libreta Moleskine. Para cuando la cosa se ponga seria, un Chassagne-Montrachet Premier Cru de Louis Jadot haría juego con su refinado gusto.
Hannibal Lecter – D.O.M. (São Paulo)
Hannibal tiene un paladar exquisito y, aunque su ingrediente favorito es mejor no mencionarlo, apreciaría la creatividad del chef Alex Atala en D.O.M. Se deleitaría con una degustación amazónica, con hormigas incluidas. ¿Para beber? Un Chianti, por supuesto, pero uno de altura, como el Chianti Classico Gran Selezione de Castello di Ama.
Batman – Gotham Bar & Grill (Nueva York)
Bruce Wayne no es de los que salen a cenar en público, pero si lo hiciera, elegiría el Gotham Bar & Grill. Pediría un entrecot madurado con puré de trufa negra y, para beber, una botella de Château Margaux, porque aunque sea Batman, sigue siendo un millonario con buen gusto.
Harry Potter – The Elephant House (Edimburgo)
Aunque Harry pasaría más tiempo en Las Tres Escobas en Hogsmeade, si tuviera que elegir un restaurante en el mundo real, sería The Elephant House en Edimburgo, donde J.K. Rowling escribió parte de sus aventuras. Se sentaría con un buen pastel de carne y una cerveza de jengibre, soñando con que fuera cerveza de mantequilla. Para los adultos, un vino madrileño como Cantocuerdas, de Bodegas Bernabeleva, sería la elección mágica.
Daenerys Targaryen – Asador Etxebarri (España)
La Madre de Dragones aprecia el fuego, así que el Asador Etxebarri en el País Vasco sería su templo. Aquí, donde todo se cocina a la brasa, pediría una chuleta madurada con pimientos asados. De beber, un buen vino tinto español con carácter y elegancia, como un Dominio de Calogía doble M 2020. Digno de la Reina de los Dragones
John Wick – Keens Steakhouse (Nueva York)
El hombre que nadie debería enfadar es fan de la comida contundente. En Keens Steakhouse, pediría un porterhouse de tamaño descomunal, acompañado de puré de patatas y espárragos. Para beber, un Blanton’s Bourbon Original, sin hielo. Puro, fuerte y con carácter, como él. Aunque, si tuviera que elegir un vino, un Cabernet Sauvignon de Screaming Eagle sería su opción.
Sherlock Holmes – Rules (Londres)
El detective más brillante de la literatura escogería Rules, el restaurante más antiguo de Londres. Se decantaría por un pastel de riñón y un trago de Camus XO Borderies Cognac. Todo mientras deduce el menú de los demás comensales con un simple vistazo. Para acompañar, un Taylors Vintage Porto 1994, porque hasta el mejor detective necesita algo dulce al final.
James Bond – Scott’s (Londres)
El espía más elegante del cine no se conforma con cualquier sitio. Scott’s, en Londres, es uno de sus favoritos. Especializado en mariscos y con una atmósfera sofisticada, aquí Bond pediría ostras frescas y un buen filete. ¿Para beber? Obviamente, un Martini con vodka, “agitado, no revuelto”, acompañado de un Château Pichon Longueville Comtesse, de Lalande, un tinto refinado con estilo. Personaje