El 11 de abril de 2025, mientras algunos miraban el reloj esperando al viernes por la tarde, en Ginebra se descorchaban joyas del siglo XX. La casa Baghera/wines celebró su décima subasta Kipling, titulada nada menos que “Legends, The 20th Century in Bottles”. Y vaya si hicieron honor al nombre. Se recaudaron nada menos que 944.000 euros en una cita que fue historia líquida en directo.
El vino envejece bien. Y cotiza mejor.
Con el 88,2% de los lotes vendidos (254 de 288), esta subasta demostró que el vino, si es bueno y tiene pedigrí, no entiende de edad. Los pujadores —muchos conectados desde Europa y Asia— elevaron las pujas un 30% por encima del mínimo estimado. Y todo fue retransmitido desde el exclusivo Club 1865.
¿Los más codiciados? Los grandes Burdeos. Esos que hacen que a los coleccionistas se les dilate la pupila más que a un sommelier frente a una añada de 1961.
Las estrellas de la noche… en botella
Mouton Rothschild 1961 (6 botellas)
Vendidas por 22.550 euros. Estaban estimadas entre 10.300 y 20.600. El arte de la etiqueta y el arte del vino, juntos.
La Mission Haut-Brion 1955 (6 botellas)
Superó con creces la expectativa: 12.540 euros, cuando se estimaba entre 5.150 y 10.300. Brillante.
Latour 1937 (6 botellas)
Alcanzó los 8.150 euros, desde una estimación que empezaba en 3.300. Pura elegancia embotellada.
Y eso no fue todo. Porque si hablamos de historia líquida, el lote número 1 fue para abrir los ojos y levantar la ceja:
Corton “Clos du Roi” 1865, Cave des Ducs d’Albufera
Una sola botella: 7.520 euros. Un sorbo del siglo XIX. Literalmente.
La Romanée 1919, Marey & Liger-Belair
Una reliquia que alcanzó también los 7.520 euros.
Dos magnums de Romanée-Saint-Vivant 1955, Bouchard Aîné & Fils
Vendidas por 8.150 euros. En versión magnum, la fiesta es doble.
Cuando las botellas cuentan historias
Hay botellas que son como novelas: tienen capítulos, giros y un final que se saborea. En esta subasta brillaron los vinos de entre 1930 y 1960, como si los coleccionistas buscaran en ellos algo más que aromas. Buscan memoria líquida, emoción embotellada y una conexión con el tiempo.
Y sí, también desfilaron Corton 1915, Musigny 1929 o Haut-Brion 1926. No como meros objetos de deseo, sino como testigos de otro tiempo.
Baghera/wines: mucho más que una subasta
Fundada en 2015 en Ginebra, Baghera/wines no es solo una casa de subastas. Es un templo para los amantes del vino raro y excepcional. En 2018 rompieron récords mundiales con la venta de la bodega de Henri Jayer (¡34,5 millones de francos suizos!). Luego vinieron joyas de Domaine de la Romanée-Conti y los últimos tesoros de Domaine René Engel.
Pero esto no va solo de cifras. Su equipo organiza catas privadas, cenas con maridaje musical, clases magistrales y eventos que mezclan placer y conocimiento. Y desde 2020, su club en Beau-Rivage (Ginebra) es parada obligatoria para quien vive el vino como arte.
También tienen sede en Singapur, desde donde han comenzado a conquistar Asia. Y en Francia, han creado un nuevo espacio en Nuits-Saint-Georges, donde se celebran eventos y subastas con un toque muy borgoñón.
¿Qué viene ahora?
Baghera/wines sigue su calendario de subastas esta primavera. Así que, si tienes una botella centenaria olvidada o si sueñas con tener un pedacito de historia en tu cava, este puede ser tu momento.
Y si no, al menos ya sabes que hay un lugar donde el vino no solo se bebe, también se aplaude.